
La cúrcuma.
La cúrcuma ayuda a reducir el dolor y la inflamación debido a su componente activo, la curcumina, que actúa a nivel celular como un potente antiinflamatorio. Es efectiva para aliviar el dolor articular, muscular y asociado a enfermedades como la osteoartritis. Para potenciar su absorción, se recomienda combinarla con pimienta negra (piperina) o grasas saludables, y consultar siempre a un médico antes de tomar suplementos para asegurar una dosis adecuada y evitar interacciones con otros medicamentos.
La cúrcuma funciona a largo plazo. El consumo de 1/2 a 1 1/2 cucharaditas de cúrcuma por día debe comenzar a proporcionar beneficios notables después de 4 a 8 semanas.