En este lugar está prohibido nacer y morir.
Longyearbyen, una pequeña ciudad en el archipiélago de Svalbard, que se encuentra a pocos kilómetros del Polo Norte. Esta localidad noruega, conocida por su clima extremo, implementó leyes “algo particulares” para garantizar la seguridad de sus habitantes. Allí nadie puede nacer o morir sin dar aviso.
No tiene población nativa. Todos los que viven allí son extranjeros y a las mujeres no se les permite dar a luz allí. Debido a su ubicación remota , unas semanas antes de la fecha prevista del parto, las mujeres se ven obligadas a viajar a Noruega continental para tener a sus bebés.
Desde el año 1950 está prohibido morir, por ley. En esta ocasión, el motivo es sencillo: el permafrost del suelo. Esto provoca que sea absolutamente inviable la descomposición de los cadáveres. Para evitar que se pueda propagar cualquier tipo de enfermedad, se hizo esta curiosa ley.
Para evitar la propagación de enfermedades, los residentes que están a punto de morir son trasladados a Noruega continental, donde pueden fallecer y ser enterrados.